Lecturas adaptadas para niños y niñas del PRIMER CICLO DE PRIMARIA para educar en valores.

Carreras de patos



CuiK y CuaK eran dos patitos valientes y deportistas que vivían con mamá pata.
Los dos eran rapidísimos, y siempre estaban compitiendo. Echaban carreras en cualquier lugar: por tierra, por mar y por aire; corriendo, nadando o volando.
Un día que volvían de visitar al tio Patete, Cuik soltó las palabras clave "¡el último que llegue es un ganso!", y ambos salieron nadando río abajo.
Los dos conocían bien el camino, pero CuaK llevaba algún tiempo preparando un truco. Se había dado cuenta de que en el centro del río la corriente era más fuerte y podía ayudarle a ir más rápido, así que aunque mamá pata les tenía totalmente prohibido nadar por el centro del río, CuaK se dirigió hacia aquella zona pensando : "ya soy mayor para nadar aquí".
En seguida se vio que CuaK avanzaba mucho más rápido que Cuik y le sacaba mucha ventaja.
CuiK estaba indignado, porque él nunca desobedecía a mamá pata, pero por obedecer iba a perder la carrera
Según avanzaban la corriente se hacía más fuerte, y CuaK cruzó triunfante la línea de meta .
Pero CuaK no se dio cuenta de que el río lo llevaba directamente a un gran remolino en el centro del río; para cuando quiso reaccionar, allí estaba dando vueltas y vueltas, sin poder salir del remolino.
Sacarle de allí fue dificilísimo, porque ningún pato tenía fuerza para nadar en aquellas aguas . El pobre CuaK, que no paraba de tragar agua, la cabeza le daba mil vueltas .
Afortunadamente, una vaca de una granja cercana apareció por allí para sacar a CuaK antes de que él solo se bebiera toda el agua del río.
Cuando le dejaron en el suelo, siguió dando vueltas durante un buen rato, de lo mareado que estaba, mientras algunos de los animales que lo habían visto se reían contentos al ver que todo había acabado bien.
Aquel día CuiK comprendió que hacía bien haciendo caso a su mamá, aunque al principio pudiera parecer que era peor.
Y CuaK... bueno, CuaK no podría olvidarlo aunque quisiera, porque desde entonces, ya no se le ocurrió desobedecer a mamá

Aunque los mayores nos digan cosas que al principio no nos gusten, siempre lo hacen porque saben más y mejor lo que puede ocurrir.
(autor Pedro Pablo Sacristán)

1 comentario: