Lecturas adaptadas para niños y niñas del PRIMER CICLO DE PRIMARIA para educar en valores.

GOTITA DE AGUA


Este era un pobre campesino que sólo tenía un pequeño campo sembrado de maíz.
Trabajaba todo el día en él, arrancando la hierba y enderezando las matas.
El campesino estaba triste porque, por falta de agua, las plantas estaban marchitas y temía que se secaran.
Un día, mientras miraba al cielo con tristeza, desde una buena nube dos gotas de agua observaban al campesino y una de ellas le dijo a la otra:
-El campesino está muy triste porque sus milpas se mueren de sed. Quiero hacerle algún bien.
-Sí - contestó la otra-, pero piensa que eres sólo una gota y no conseguirás humedecer siquiera una mata de maíz.
-Bien -replicó la primera-, aunque soy pequeña haré lo que pueda.
Y al decirlo se desprendió de la nube. Aún no había llegado a la tierra, cuando otra gotita dijo:
-Yo iré también.
-Y yo, y yo - gritaron muchas gotas.
A poco, miles de gotitas caían sobre las plantas de maíz en ruidoso aguacero.
Las plantas, agradecidas, se enderezaron enseguida y el campesino obtuvo una cosecha abundante de maíz. Todo porque una pequeña gota de agua se decidió a hacer lo que podía.
(autora Carmen Norma , adaptado )

La pompa de jabón



Érase una vez una niña que estaba en la ducha y se encontró un pompa grande, que nunca explotaba. La pompa y la niña se hicieron amigas.
Jugaban juntos en el baño cada vez que la niña se aseaba.
Un día la niña se fue a jugar con sus amigos y amigas y dejó a la pompa en el baño con la ventana abierta.
Al poco rato vino un viento muy fuerte y se llevo a la pompa, que subía y subía en el aire.
En la calle hacía calor y la pompa tenía miedo de calentarse demasiado con los rayos del Sol y explotar. La pompa desde el aire miraba a los niños y a las niñas como jugaban , corrían y se divertían.
La pompa se sintió solita y triste porque ya no estaba con su amigo.
Se hizo de noche y la pompa se refugió en un árbol para dormir.
La niña había estado buscando a su pompa todo el día y cuando al día siguiente la encontró enredada entre las ramas, se subió al árbol y la rescató .
Se la llevó a su casa y juntas celebraron la llegada de la primavera . Nunca más se separaron.

LA LLUVIA

A Margarita le entraron unas ganas tremendas de saber contar.
Le enseñaban con garbanzos y ella se aplicaba:
– Uno, dos, tres... veinte... treinta...
– ¿Y ahora qué sigue?
Y así un día y otro…
Cuarenta, cincuenta... y ya contaba de corrido hasta ciento. Estaba feliz.
Un día aparecieron nubes en el cielo.
Ella se sentó junto a la ventana de su cuarto sin hablar. A todos les extrañó verla con la vista fija sobre los cristales.
Empezó a llover y ella soltó por el aire sus números, los que había aprendido, como si fuesen globos de colores.
– Uno, dos, tres... Contaba apresuradamente con ansiedad. Apretaba la lluvia y ella casi se ahogaba porque no podía contar tan rápido.
– Sesenta... setenta... noventa... cien...
Y soltó a llorar.
– ¿Qué te pasa?
– Se me acabaron los números. Ya no puedo contar más.
– ¿Qué contabas?
- Eso... eso... Yo quiero saber cuántas gotitas tiene la lluvia.
(Amira de la Rosa, adaptado )

LA VISITA DE LA PRIMAVERA

Había una vez una ciudad en donde no conocían las flores.
En los floreros ponían alcachofas, puerros y hojas de perejil.
Y nadie sabía distinguir una rosa de una calabaza.
Todo esto sucedía porque la Primavera nunca había pasado por allí.
Mientras tanto, doña Primavera se aburría sin saber qué hacer.
Doña Primavera decía suspirandoAy! ¿qué hago ahora? ¡Me aburro!
Un día sacó una gran bola del mundo y dijo:
- Con lo despistada que soy, seguro que he olvidado pasar por algún lugar.
Estuvo repasando la bola durante mucho tiempo.
De repente …¡Oh!: ¡Aquí hay una ciudad en donde no me conocen!
Doña Primavera se vistió con un traje hecho de pétalos de rosa y, en un vuelo, llegó a la ciudad.
Toda la gente salía de sus casas para ver aquello tan hermoso.
Y doña Primavera saludaba a todo el mundo diciendo:
-¡Hay flores para todos! ¡Ha llegado la Primavera!
Doña Primavera tocaba los árboles y éstos inmediatamente florecían. A su paso brotaban los rosales, los geranios y los jazmines.
Doña Primavera derramó flores por los campos, por los jardines, por las plazas.
Y todos cantaron y bailaron cogidos de las manos alrededor de Doña Primavera.

El árbol mágico

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado . En el centro del prado encontró un árbol con un cartel que decía:
“Soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.”
El niño trató de acertar el hechizo, y probó con varias palabras : abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada.
Rendido, se tiró al suelo y suplicando le dijo al árbol :
"¡¡Por favor, arbolito!!", ¡arbolito, por favor!
Y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. El niño entró y vio que todo estaba oscuro, menos un cartel que decía:
"Sigo haciendo magia".
Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran feria llena de atracciones, música y globos de mil colores.
El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas.

Debemos pedir todo por favor y dar siempre las gracias.